“La Mentalidad de Crecimiento se basa en la creencia de que nuestras cualidades   básicas se pueden cultivar a través del esfuerzo. Todos podemos cambiar y mejorar con dedicación y práctica.” (Carol S. Dweck)

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El desarrollo de este tipo de mentalidad motiva a alumnos y profesores a asumir desafíos, perseverar ante la adversidad y convertirse en aprendices más efectivos. 

Estudios señalan el gran impacto que tiene en los aprendizajes la autoestima académica y motivación escolar, entendiendo que comprenden tanto la percepción y valoración que tienen los alumnos de sí mismos, así como también las percepciones y actitudes que tienen hacia el aprendizaje y el logro académico. 

La mentalidad de crecimiento es la percepción (a veces inconsciente) que las personas tienen sobre sí mismas y sus capacidades y cómo prepara el terreno tanto para el aprendizaje como para el desempeño.

 

Integrar este tipo de mentalidad en la comunidad, permite crear una cultura en donde el error es una oportunidad de aprendizaje y siempre existe la posibilidad de mejorar.